El seguimiento a largo plazo no es innovador y nunca dará lugar a empresas derivadas, pero sigue siendo la mejor manera de observar el impacto humano en el medio ambiente. Sin embargo, se está cuestionando el uso de personal capacitado para realizar mediciones al aire libre.
La encuesta sobre las zonas rurales del Reino Unido, por ejemplo, se basa en botánicos experimentados que salen en cualquier momento a averiguar cómo están cambiando los hábitats y las especies. Su capacidad de reconocer una especie particular de pasto entre otra vegetación, por ejemplo, no puede ser reemplazada por la tecnología. Desde mi punto de vista, los voluntarios expertos (científicos ciudadanos) que están dispuestos a vigilar determinados entornos o especies ecológicas no son un sustituto, porque sus conocimientos botánicos no suelen centrarse en lo común y lo generalizado.
Hacer las mismas observaciones de la misma manera y en los mismos lugares ya no parece iluminar a los posibles financiadores. Si subestiman la valiosa experiencia de los trabajadores sobre el terreno y de los botánicos sobre el terreno, podemos perder uno de los programas de vigilancia ecológica más respetados de Europa y del mundo.
Traducido desde: Nature