Aquí está la cantidad de ciudades que contribuyen a la huella de carbono del mundo

Un nuevo análisis traza un mapa de las emisiones de dióxido de carbono de los residentes de 13.000 ciudades, revelando algunos resultados imprevistos.

Los residentes de sólo 100 ciudades representan el 20 por ciento de la huella de carbono total de la humanidad, según un nuevo cálculo de las emisiones de dióxido de carbono.

Esta proporción es comparable a las emisiones mundiales relacionadas con la industria, mostrando cómo el consumo individual es uno de los principales contribuyentes del exceso de dióxido de carbono. El análisis calculó las emisiones en 13.000 ciudades, lo que lo convierte en el análisis a gran escala de las huellas de carbono de las ciudades hasta la fecha. Los resultados, dice el equipo internacional de investigación, ilustran el grado en que los residentes de unas pocas ciudades pueden contribuir a la huella general de un país.

Antes de este estudio, los equipos de investigadores sólo habían calculado las huellas de carbono completas de unas 150 ciudades. El amplio alcance del nuevo estudio ofrece a los científicos del clima y a los funcionarios públicos una valiosa perspectiva de las metrópolis para las que los datos sobre emisiones locales son escasos o inexistentes, como Teherán, dice Anu Ramaswami, ingeniero ambiental de la Universidad de Minnesota que no participó en la nueva investigación.

Los cálculos anteriores han tenido en cuenta factores como las emisiones asociadas con la producción de energía, los negocios, la industria y el transporte para generar la huella total de una ciudad. Pero «simplemente es demasiado laborioso hacer estas huellas individuales para cada ciudad» sumando todos estos sectores, dice Dan Moran, autor principal del nuevo estudio e investigador de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. «Necesitábamos tomar este nivel más macro para calcular más emisiones de las ciudades.

Por lo tanto, Moran y su equipo de investigación comenzaron con una visión más amplia, basándose en la producción de carbono calculada previamente a escalas más amplias, desde los códigos postales de Estados Unidos hasta las provincias y estados de Europa, Japón y China, pasando por las estimaciones nacionales de emisiones, y luego estimando qué proporción de esas cifras correspondía a cada ciudad.

High impact cities
Crédito: Amanda Montañez. Fuente: «Carbon Footprints of 13,000 Cities» (Huellas de carbono de 13,000 ciudades), por Daniel Moran et al., en Environmental Research Letters; 23 de mayo de 2018.

El equipo lo desagregó al recopilar información sobre los ingresos locales, que utilizaron como sustituto de las emisiones: mayor riqueza, mayor capacidad y probabilidad de participar en comportamientos que emiten más dióxido de carbono, de acuerdo con la literatura científica más actualizada. El equipo usó estos datos, junto con los estimados de población, para calcular qué cantidad de las emisiones a nivel nacional y estatal debían atribuirse a cada ciudad.

Este método sólo estima la parte de la huella de carbono que corresponde al consumo de los hogares, incluyendo las emisiones involucradas en el cultivo y la entrega de los alimentos que la gente consume, así como los tipos de transporte utilizados en una ciudad. Pero el enfoque no incluye las emisiones relacionadas más directamente con la industria y el uso de la tierra. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas ha descubierto que la industria representa casi una cuarta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero; la agricultura y el uso de la tierra combinados constituyen otra cuarta parte. A pesar de omitir a esos contribuyentes de CO2, Moran dice que los hallazgos del equipo demuestran el impacto crítico que los habitantes de las ciudades tienen en las emisiones totales de carbono.

La mayor parte de las emisiones de carbono relacionadas con el consumo de un país pueden concentrarse en unas pocas ciudades: Por ejemplo, los residentes de Seúl, la capital de Corea del Sur, representan alrededor del 45 por ciento de las emisiones totales de carbono de esa nación; en el Reino Unido, Londres, Manchester y Birmingham juntos aportan más del 20 por ciento de la producción nacional; mientras que en Estados Unidos, los habitantes de Chicago, Nueva York y Los Ángeles representan casi el 10 por ciento de la huella total del país.

Puede parecer obvio que más gente y riqueza significan más emisiones de carbono. Pero Moran se sorprendió por la concentración de esa producción en las áreas metropolitanas. Se quedó especialmente sorprendido cuando, durante su investigación, encontró que aproximadamente un tercio de la huella de un residente urbano está determinada por las opciones de transporte público y la infraestructura de construcción de esa ciudad. En última instancia, considera que el trabajo, publicado en mayo en Environmental Research Letters (Cartas de investigación ambiental), es un llamado a las ciudades a tomar medidas para reducir sus emisiones. Si las ciudades cambiaran a una fuente de energía más eficiente o hicieran que sus autobuses públicos fueran eléctricos, dice Moran, podrían reducir sus emisiones en por lo menos 25 por ciento. «Hay mucho poder en las ciudades», dice, «y creo que en el nivel más local del gobierno se puede actuar más rápidamente que en el nivel nacional».

Traducido desde: Scientific American