Lluvia ácida: Causas, efectos y soluciones

Lluvia ácida, o deposición ácida, es un término amplio que incluye cualquier forma de precipitación que contenga componentes ácidos, como ácido sulfúrico o ácido nítrico, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

La precipitación no es necesariamente húmeda o líquida; la definición incluye polvo, gases, lluvia, nieve, niebla y granizo. El tipo de lluvia ácida que contiene agua se llama deposición húmeda. La lluvia ácida formada con polvo o gases se llama deposición seca.

Causas

El término lluvia ácida fue acuñado en 1852 por el químico escocés Robert Angus Smith, según la Royal Society of Chemistry, que lo llama el «padre de la lluvia ácida». Smith decidió sobre el término mientras examinaba la química del agua lluvia cerca de ciudades industriales en Inglaterra y Escocia. Escribió sobre sus hallazgos en 1872 en el libro «Aire y lluvia: los comienzos de una climatología química».

En la década de 1950, los científicos de los Estados Unidos comenzaron a estudiar el fenómeno, y en la década de 1960 y principios de 1970, la lluvia ácida fue reconocida como un problema ambiental regional que afectó a Europa Occidental y al este de América del Norte.

Aunque los contaminantes provocados por el hombre afectan actualmente a la mayoría de las precipitaciones ácidas, los desastres naturales también pueden ser un factor. Por ejemplo, los volcanes pueden causar lluvia ácida al lanzar contaminantes al aire. Estos contaminantes pueden ser transportados alrededor del mundo en corrientes de chorro y convertidos en lluvia ácida lejos del volcán.

Después de que un asteroide supuestamente aniquiló a los dinosaurios hace 65,5 millones de años, el trióxido de azufre fue lanzado al aire. Cuando golpeó el aire, se convirtió en ácido sulfúrico, generando un aguacero de lluvia ácida, según un artículo publicado en 2014 en la revista Nature Geoscience.

Incluso antes de eso, hace más de 4.000 millones de años, se sospecha que el aire pudo haber tenido 10.000 veces más dióxido de carbono que hoy. Los geólogos de la Universidad de Wisconsin-Madison respaldaron esta teoría al estudiar las rocas y publicar los resultados en un número de 2008 de la revista Earth and Planetary Science Letters. «Con [esos niveles de dióxido de carbono], habrías tenido una lluvia ácida viciosa y un invernadero intenso [efectos]. Esa es una afección que podría disolver las rocas», señaló el miembro del equipo del estudio John Valley. [Tierra temprana marcada por la lluvia ácida]

El dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) liberados al aire por las plantas de energía de combustibles fósiles, vehículos y refinerías de petróleo son la mayor causa de lluvia ácida en la actualidad, según la EPA. Dos tercios del dióxido de azufre y una cuarta parte del óxido de nitrógeno que se encuentra en la atmósfera provienen de generadores de energía eléctrica.

Una reacción química ocurre cuando el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno se mezclan con agua, oxígeno y otros químicos en el aire. Luego se convierten en ácidos sulfúricos y nítricos que se mezclan con la precipitación y caen al suelo. La precipitación se considera ácida cuando su nivel de pH es de aproximadamente 5,2 o menos, según la Enciclopedia Británica. El pH normal de la lluvia es de alrededor de 5,6.

Efectos

La lluvia ácida afecta a casi todo. Las plantas, el suelo, los árboles, los edificios e incluso las estatuas pueden ser transformados por la precipitación.

Se ha encontrado que la lluvia ácida es muy dura en los árboles. Los debilita lavando la película protectora de las hojas y frena el crecimiento. Un artículo publicado en la versión en línea de la revista Environmental Science and Technology en 2005 mostró evidencia de que la lluvia ácida retrasa el crecimiento de los árboles.

«Al proporcionar el único suelo preservado del mundo recolectado antes de la era de la lluvia ácida, los rusos ayudaron a nuestro equipo internacional a rastrear el crecimiento de los árboles por primera vez con cambios en el suelo a causa de la lluvia ácida», dijo Greg Lawrence, científico del Servicio Geológico de Estados Unidos que dirigió el estudio. «Hemos sabido que la lluvia ácida acidifica las aguas superficiales, pero es la primera vez que hemos podido comparar y rastrear el crecimiento de árboles en bosques que incluyen cambios de suelo debido a ésta.»

La lluvia ácida también puede cambiar la composición del suelo y de las masas de agua, haciéndolas inhabitables para los animales y las plantas locales. Por ejemplo, los lagos saludables tienen un pH de 6.5 o más. A medida que la lluvia ácida aumenta el nivel de acidez, los peces tienden a morir. La mayoría de las especies de peces no pueden sobrevivir con un pH inferior a 5. Cuando el pH se convierte en 4, el lago se considera muerto, según el Programa Nacional de Deposición Atmosférica.

Además, puede deteriorar edificios y monumentos de piedra caliza y mármol, como lápidas.

Soluciones

Existen varias soluciones para detener la lluvia ácida provocada por el hombre. Regular las emisiones procedentes de vehículos y edificios es un paso importante, según la EPA. Esto puede hacerse restringiendo el uso de combustibles fósiles y centrándose en fuentes de energía más sostenibles como la solar y la eólica.

Además, cada persona puede hacer su parte reduciendo el uso de su vehículo. Usar el transporte público, caminar, ir en bicicleta o compartir el auto es un buen comienzo, según la EPA. La gente también puede reducir el uso de electricidad, que es ampliamente creada con combustibles fósiles, o cambiar a un plan solar. Muchas compañías eléctricas ofrecen paquetes solares a sus clientes que no requieren instalación y tienen bajos costos.

Traducido desde: Livescience